Flotando en la realidad que creamos me creí tu cómplice.
Te dí la oportunidad de saber quien era, pero,
aun que todos nos equivocamos y merecemos revancha
tengo que obligarme a entender que no vales la pena para
voltear atrás.
Este mundo que conociste y del que te beneficiaste,
no es el mismo hoy,
ni yo…
Adoro tu maldad, te adoro a ti, nos amé juntos.
Nunca podría desearte mal,
no puedo hacer nada contra ti
pero tampoco a tu favor.
Todo ardió,
regresaste a tu mundo de las sobras.
Donde te crees intocable…
Fotografía por Pablo Perez