Llegado el día tomé un avión directo a Mazatlán para recogerte. Por la mañana bebía café, algo raro en mí pues realmente nunca me ha gustado, me acelera demasiado. Un dron nos espió por la ventana. Repetía mi cabeza esa era la frase de la película que nos distanció porque no podía recordarla.
El capítulo que se desarrollaba en el pasado era mi favorito, éramos felices siendo beatniks que comían birria en el mercado de Sonora. Tampoco logro recordar el año. ¿1959? ¿1968?
Al aterrizar en L.A., nos tomamos fotos en la alfombra roja con Charlie Kaufman, nuestro director. Chuck para sus amigos. Durante ese encuentro breve no cruzamos palabra. Jamás volveríamos a vernos.
Fotografía por Thomas Listl
Parecemos nubes que se las lleva el viento, cuando hay huracanes, cuando hay mal de amores…