24 en total, he tenido 24 navidades en total, no recuerdo las primeras 4. Obvio.
Recuerdo la de 2001, la luz se habia cortado justo a las 12 de la noche así que mientras brindabamos a oscuras contábamos anécdotas familiares (de esas que solo importan única y exclusivamente en el contexto de una reunión de parientes cercanos) y yo solo quería irme afuera a tirar mis “cuetes”, mis padres cedieron así que lo hice, estaba contento porque tenía mí bolsa de pirotecnia y no había luz en ninguna parte por lo que los destellos de la pirotecnia en el cielo y en las calles serían mucho más brillantes.
(En la adultez la navidad representa la muerte de las expectativas, es algo implícito pero es un hecho latente.) Entonces, una vez afuera escuché los ruidos ensordecedores desde el cielo, los gritos de alegría de la gente, los ladridos lastimosos de los perros incluyendo el mio, esa cacofonia se fue disipando a medida que la pirotecnia lo hacía y ahí por un momento pude ver el cielo, claro como el vodka, con todas las estrellas y eso y luego vi mí bolsa, estaba llena, no había tirado un solo chasquibum®.
La navidad era importante para mí, pero ese día pasó a ser importante de una forma diferente, se convirtió en una buena excusa para ser amable con los demás, en especial con mí familia, es obvio que en navidad los adultos expiamos toda la mierda que hicimos y fuimos durante el año pero eso es algo muy humano. Es un buen momento, no nos alejemos de el.
Fotografía por TolikTolik TolikTolik
Yo solamente escribo.