Miedo, se que me has acompañado todo este tiempo. Has sido mi sombra en cada acción que realizo y de cierta forma a veces ayudas a no meterme en problemas, pero aquellas ventajas son mínimas. Me he perdido de muchas oportunidades por tu culpa y ultimamente siento que me asfixias hasta en las noches, me atrapas, me espantas y me dejas andar por la vida con un temor interminable.
Por eso te escribo esto como si fueras una persona, que lo entiende y lo entiende. Te pido que me dejes correr hasta caer, intentar, equivocarme e intentar nuevamente, simplemente hacer, hacer y hacer sin que estés a mis espaldas.
Miedo, quiero que te tomes unas vacaciones de mi y tanto tú como yo aprendamos a vivir de manera independiente, no te necesito del todo para que me recuerdes las posibilidades de todas mis acciones.