Mi cerebro frágil y frío

como el cuerpo de una medusa

sumergida en el más profundo arrecife azul

me apego a los días

la tierra me guía.

Las manos moradas

traspasan tu ser

en el seno de la gente que marcha

que maldiga

que la luna

que los ojos del que no ve

y que siempre sean felices

para aquellos que no podemos descifrarlo.

En la penumbra me camino

y reflorezco

porque cada sol es un nuevo movimiento

esa paz que me trae y te quiero

cómo te quiero cada vez

todos los días

mis días son así

la foto más hermosa de lo que sólo uno ve

cuando quiere ver

más.