Cuéntanos un poco sobre ti y cómo te iniciaste en la fotografía. ¿Qué te inspiró a comenzar a hacer fotos?
Desde muy pequeña sentí una fascinación por la fotografía y las artes visuales, era conocida entre mis amigos como la persona que se la pasaba haciendo fotografías todo el tiempo. En realidad no sé cómo nació ese enamoramiento, ¿será que ya lo traía en el alma? No he encontrado hasta el día de hoy una explicación basada en la lógica. Me fui a vivir a Buenos Aires y Suyen, una de mis roomies, era fotógrafa. Gracias a la pasión que ella le ponía y al ver el resultado de sus fotos, decidí que quería estudiar fotografía formalmente. Volví a Ciudad de México y comencé a estudiar fotografía y posteriormente realicé una maestría en Barcelona.
Cada quien tiene un estilo único. ¿Puedes describir cómo definirías tu estilo y qué elementos visuales o conceptuales lo caracterizan?
Mi estilo es muy orgánico, cuando retrato personas intento que sea lo menos posado posible y busco mostrar un poco del entorno para que exista un contexto y la imagen hable por sí sola. En la naturaleza me gustan los detalles que están ahí, que pudieran pasar desapercibidos para muchos pero que sin ellos el entorno no sería el mismo, los marcos naturales.

La fotografía tiene el poder de contar historias y transmitir emociones. ¿Puedes compartir una experiencia en la que una de tus fotografías haya tenido un impacto significativo en las personas o en ti mismx?
Cuando le muestro a una persona una fotografía que le tomé sin que se diera cuenta y le gusta esa imagen de ella misma, es resultado de que sin tener que controlar puede reflejarse su esencia. Para una persona que no es modelo profesional algunas veces representa un gran reto pararse frente a una cámara, porque es estar dispuesta a quitar máscaras construidas y en cierto grado confiarme ese control de elegir la imagen que quiere mostrar de sí misma.
Esa sonrisa sincera que me regalan al ver la fotografía me dice que logré moverles algo, esa consciencia de que son unas hermosas personas sin necesidad de tener que hacer algo para demostrarlo es lo más gratificante que he podido obtener.
¿Cuál ha sido tu proyecto fotográfico más desafiante hasta la fecha y por qué?
Definitivamente la fotografía gastronómica y de producto ha sido un gran reto, porque el resultado tiene que reflejar lo que tus ojos están viendo, sin cambiar nada, pero cuidando hasta el más mínimo detalle. Cuidar detalles tan simples, y frente al lente tan complejos, como el reflejo de ciertos materiales reflejantes. Hay muchos factores a tomar en cuenta.

La tecnología y las herramientas de edición de fotos están en constante evolución. ¿Puedes hablarnos sobre las técnicas y equipos que consideras esenciales para tu trabajo?
Intento mantenerlo lo más simple posible, incluso recientemente comencé a incorporar dentro de mi trabajo la fotografía análoga. Para mí una cámara con un objetivo versátil, buena luz (natural si es posible) y un software para revelar son mis esenciales. No estoy peleada con la tecnología y me parece tremendo el nivel de recursos que existen en la actualidad, pero mantenerlo simple me ayuda a recordarme de dónde vengo.
Hay muchos géneros en la fotografía, desde retratos hasta fotografía de naturaleza. ¿Tienes un género favorito en el que te sientas más cómodx o que disfrutes más fotografiar? ¿Por qué?
En general estando detrás de la cámara disfruto casi cualquier género, pero la fotografía de naturaleza se ha convertido en una de mis favoritas, se convirtió en un tipo de meditación activa muy inspiradora para mí.

¿Puedes compartir una anécdota interesante o inusual que hayas experimentado mientras hacías fotografías?
Me encontraba realizando fotografías en un templo en Bali, cuando un grupo de aproximadamente cinco niños balineses se me acercó y me decían photography, photography, lady? señalando su celular. Lo primero que pasó por mi mente era que querían que les tomara una fotografía, por lo que les dije que sí, estaba lista para tomarles la foto y de repente los niños me rodearon y sonreían al celular mientras alguien más tomaba la foto. Fue todo muy rápido y seguramente mi cara en esa imagen fue de sorpresa total, casi siempre cuando me ven con una cámara la gente me pide que yo les tome una foto, así que fue un momento muy curioso.
Muchos fotógrafos encuentran inspiración en otros artistas visuales o en la vida cotidiana. ¿Cuáles son algunas de tus fuentes de inspiración?
Me inspira todo de la vida cotidiana que ante mis ojos no se ve tan cotidiana. La naturaleza, los cuerpos, las formas de las frutas y las verduras, la geometría plasmada en todo lo que nos rodea.

La fotografía es un medio visual, pero a menudo también tiene un trasfondo conceptual. ¿Has trabajado en proyectos fotográficos que aborden temas o conceptos específicos? ¿Puedes compartir información sobre uno de esos proyectos?
Me encontraba en una etapa muy complicada de la vida, era un tiempo de reconocimiento y reconstrucción. Pensé que esa vulnerabilidad era un buen momento para mostrar más de lo que pasaba por mi mente y a nivel personal ir evolucionando junto con las etapas del proyecto, así que busqué a un amigo ilustrador que admiro mucho y con Miguel hicimos un proyecto colaborativo de fotografía e Ilustración. El objetivo del proyecto era poder mostrar en mis fotografías, intervenidas con ilustraciones hechas por él, los distintos niveles del Mapa de la Consciencia según el Dr David Hawkins, y así surgió “Resonancia”.
Representó un reto muy interesante poder plasmar a través de fotos e ilustraciones, los conceptos y emociones tan profundas, personales, algunas muy densas, algunas que se veían lejanas en ese punto de la vida. En cada foto intervenida íbamos representando cada nivel de conciencia y subiendo por estos niveles hasta llegar a los niveles más ligeros y altos de la tabla.
¿Qué te inspira a la hora de crear nuevas imágenes? ¿Tienes algún ritual o proceso creativo que sigas para encontrar inspiración?
No tengo un proceso tan formal. Encuentro inspiración en los libros, en mi entorno, en lo que escucho, en lo que respiro, y lo escribo. Escribo una idea o algo que tenga dentro de mí, pero suelo improvisar mucho en el momento.

Para lxs aspirantes a fotógrafxs que puedan estar leyendo esta entrevista, ¿cuál es el consejo más valioso que has recibido en tu carrera o que te gustaría compartir con ellxs?
No pensar tanto las cosas y animarse a hacerlo. Los seres humanos siempre encontramos la manera de hacer que las cosas sucedan, así que intentar pasar menos tiempo en las dudas y tomar muchas fotografías para ir entrenando el ojo y la capacidad de autocrítica.
Recomiéndanos la cuenta de Instagram de algún artista que te guste su trabajo.
@ramiro_valdez
Fotógrafa mexicana que disfruto reír y viajar con mi cámara, sí, reír con mi cámara.