Mi mente despierta del sueño eterno, recuerda mi venganza contra ti, mortal indignó de mi presencia. Te confié mis secretos, sueños, ilusiones y puntos débiles.
Fui tú rosa dorada, lo que la piedra perdida representa para los humanos: belleza y riqueza inimaginable. Me sentí tranquilo entre tus brazos y confié en ti.
Nunca pensé que tú anhelo era destruirme, robar mi dominio pero fue infructuoso tú deseó. Patético inculto no conseguiste dominarme con tus mediocres pensamientos.
Admito que fue mi ultimo recurso <<realizar un conjuro para invocar a los demonios de la noche, con su ayuda logré restaurar mi poder>> Ahora mutilaré tu cuerpo y enviaré tú alma al purgatorio para que tú sufrimiento sea eterno.
Este es mi obsequio para ti por la flaqueza que has cometido ya que fueron aberrantes tus mentiras, fue una masacre cada beso y cada abrazo.
¡¡¡Púdrete maldita alma en pena!!!
Ha nadie le importan tus buenas obras o tu mente benevolente. ¡No te resistas a tú inevitable extinción! Fue un ultraje, todo el veneno que de tú lengua escuché.
Arriesgaré la deidad que represento para realizar un último hechizo profano para que te exterminé de mi realidad y extirpé tus recuerdos de mi memoria para que ya no degraden mi alma poco a poco.
Una criatura inhabitual que prefiere las plantas sobre las personas, que aún le pide deseos a la luna, que entrega mucho y que le encanta pasar las tardes de domingo horneando bizcochos, ese soy yo.