Voy tejiendo

Cielo incierto
Tumulto
Sueños

La vereda
se proclama dueña,
las llantas ruedan

El camión frente a mi
obstruye la vista,
aún así, veo

Comprendo

Que no hay gritos
ni cuentos
sólo lluvia que cae

Mientras me deslizo frágil
y a la vez,
firme

Por una especie
de laberinto efímero
sin principio ni final