Quiero días a tu lado donde la lluvia golpee la ventana, y las gotas resbalen al compás de nuestro deseo.

Que no haya forma de escapar ni de mantenernos secos, fuera o dentro del cuarto, donde el mundo se reduzca a ti y a mí.

Quiero recorrer tu cuerpo con el trazo de mi mano, desafinar tus labios y encontrar el tesoro de tu lengua.

Atravesar tus pupilas y llegar hasta tu alma, y allí, encontrarte tendida sobre mi,como una promesa cumplida.