Llovizna contemplada desde la ventana de un autobús

Llueve y esa lluvia moja nuestras almas. Empieza el cielo a oscurecerse, nuestros corazones se estremecen, se extrañan sutilmente, tanta distancia me hace pensar que vivís en otra ciudad. Yo sé que nos volveremos a ver y lloverá ese día/noche, estrellas fugaces como hojas secas en el asfalto mojado, pasarán por encima de nuestras cabezas. Te pienso y deseo que los astros te protejan siempre. Me soltaste y sin darte cuenta le disparaste a mí alma de nuevo. Qué la lluvia de hoy nos cicatrice, nos libere por fin de nuestro pasado amargo y podamos ser pájaros, dos colibrís para ser más exactos.

Fotografía por Alex Hulsey