Lágrimas de queroseno.

¿Por qué mis pies me trajeron hasta aquí sin que me permitieran controlar mis pasos? y más importante aún… ¿hasta dónde me están llevando?

La música que sale por la ventana es la que me invita a entrar, el olor a tabaco con mezcal es embriagante y las luces neon electrizantes que ahora me envuelven no me dejan escapar, pero aún así, tu perfume no pasa desapercibido, al contrario, divago como estúpido perdiendo la razón, aquella razón que hasta el momento me había salvado de lugares cómo estos…¡Que se calle! no la necesito en este espacio donde no pasa el tiempo, donde todo se transforma, donde nada tiene sentido, donde solo tú y yo existimos.

Estamos en el cinema donde nos conocimos un 4 julio y vemos la película de nuestras vidas pasar ante nuestros ojos, imágenes inflamables que me hacen derramar lágrimas de queroseno. Al salir por la puerta, estamos nuevamente en nuestro viejo departamento, desnudos e indefensos, donde los miedos e inseguridades sobre el qué pasara nos persiguen de nuevo.

Si prefieres podríamos regresar a lo que una vez fuimos, antes que todo esto se esfume entre nuestros dedos, antes de cerrar los ojos para no volver a vernos.

Y si lo prefieres tanto como yo…quédate, tómame y no te atrevas a soltarme.