Lo siento cariño, lamento no haber sido la persona que esperabas que fuera. Ese fue tu mayor error, esperar algo de mí. De los demás. ¿Acaso nadie te lo dijo? ¿No te lo enseñaron tus antiguos amantes? Jamás esperes nada de nadie.
Cuando esperas virtudes, acciones, sentimientos, palabras o promesas, estás condenado a sufrir por gusto propio. Las personas están hechas para hacer su voluntad y no la tuya. Sólo el amor más grande y puro puede doblarse ante ti y darte la dicha de anteponer sus deseos a los tuyos. Pero, ¿y si no se trata del más grande amor? Entonces no hay manera.
Esperar de los demás sólo te llevará a la decepción y al sufrimiento.