La vida no es una película

La vida es una película mnemónica

un conjunto infinito de imágenes y movimiento

donde los espectadores bostezan cada vez que alguien dice amor

y se ríen de las miles de muertes diarias

porque si no hay acción y violencia es una película pretenciosa.

 

La vida es como una ficción

estamos construidos en memoria

mi abuelo tenía Alzheimer

lo olvidó casi todo

menos como maldecir.

El devenir cambia permanentemente

entonces se genera un desvío

y se presenta una acción retardada

la cual se convierte en un nuevo suceso

libre de la reacción sufrida en los centros de incertidumbre.


Volvemos a hablar de la luz

que ya existía

pero que carecía

de una pantalla oscura donde pudiera reflejarse.

La percepción absorbe

 –más no se refleja–

como en un escenario para descifrar

los actores se preocupan por

una situación aún no dada

comedia de costumbres

—todo es pasado.

 

El pasado no existe. 

Los pequeños actos invisibles del espíritu humano importan

en una realidad alterna todos somos felices

y las personas solo se mueren de risa.