La sociedad causa ansiedad

Reviso el celular como si platicara y piensen que estoy ocupada.

Camino, voy al centro comercial, ahí también reviso el celular a modo de ‘estar haciendo algo’. Con este aparato llamado celular evito hablar con alguien cuando no quiero. Me cuesta decir ‘ahora no puedo, te llamo luego’. A veces camino por las calles sin rumbo y paso entre gente riendo que aparentemente se la pasan bien, están acompañadas, me paso rápido y mi mirada se centra en un punto fijo para que se vea hacia donde voy. No quiero que me vean tambaleante, a la deriva. No me gusta imaginar que me ven ‘sin asunto’ y lleguen con esa pregunta que detesto hasta los huesos ‘¿Y qué haces ahora?’, preguntan siempre como si estar ahí o haberme levantado para salir no fuera suficiente.

Me da ansiedad la sociedad de las eternas ideas y ‘armando proyectitos’, luego siento un vacío cuando no estoy en el ritmo ajetreado del resto, aunque realmente yo esté haciendo algo.

Comienzo a sentirme sola, y empiezo a creer que la soledad y el ocio son como algo malo. A veces me siento como esas amas de casa que diario tienen que hacer algo para no ser tachada de floja o que no tengo un propósito en mi vida, esa eterna búsqueda del qué hacer para no estar con las manos vacías.

Siento que si la gente me ve haciendo nada en una banca de algún parque creerán que me dejaron plantada, a veces no quisiera que me importara el pasar de la gente. Para nueva cuenta me pongo los audífonos y camino. Eso es hacer algo en el trayecto.

Me he comprado agua y golosinas sin sed ni hambre solo para ‘hacer algo’ mientras no hago nada. He fumado sin ganas para tener la excusa de salir un rato a un balcón de un lugar lleno de gente. No quiero ser la persona sin asunto y sé que es parte de lo mismo de siempre, que aún me parece que estar conmigo misma es insuficiente. Odio el ruido y el azote de cosas para que yo sepa que hay alguien ahí. Detesto muchas cosas y solo tomo una gran bocanada de aire para comenzar mis ejercicios de respiración para calmarme y regresar a ser paciente.

De nueva cuenta me encuentro bebiendo cerveza para que no me vea haciendo nada.

Fotografía por Steven Simon