– ¿Alguna vez te conté que tengo pares de casi todo?
-(…)
-Lunares, cicatrices, espinillas, dolores y pesares. A veces creo que me molestan los números impares, me gustan los pares, siento el orden, la compañía, una condición uniforme.
-(…)
-No, no funciona igual con las alegrías, esas son escasas y los tormentos siempre están de oferta. No sé por qué me es más fácil sentirme mal. ¿Será por costumbre? ¿O tuve tan poco de niño? La verdad es que no lo sé, siempre ha sido así.
-(…)
-Incluso los buenos recuerdos se vuelven amargos si no los sueltas, no lo entendía me parecía crueldad autoinfligida, ahora lo entiendo. ¿Ves este elefante en mi antebrazo? Sus ojos son lunares, un viejo amor me lo dibujo con pluma, cuando se fue me lo marqué en la piel para recordarla. Mala idea, primero guardar su recuerdo, luego tatuármelo, las malas ideas también me vienen en pares.
Mi pasión escribir.
Mi talento fracasar.