La “M” de tu nombre

No creo que haya manera más mágica de expresarle a alguien que lo quieres que abrazándolo.

Y bueno, admito que me encantas cuando me abrazas. Sigue pareciéndome inverosímil la sensación de poder rodear con mis brazos al tesoro más preciado de mi mundo.

Me doy cuenta la maravillosa persona que eres. Que afortunado soy y es que te quiero con todo tu universo. Te quiero en todas tus estaciones. Te quiero por esas constelaciones tan espectaculares que forman tus pecas y lunares.

 

Te quiero cuando te sientes perdida y eres una tormenta. Te quiero en tus días soleados y más en tus días grises. Te quiero cuando estás decaída y después demuestras que puedes irradiar fepplicidad. Te quiero con tus sonrisas. Te quiero porque me encanta verte en cada uno de mis sueños y pesadillas, porque ahí también me das la mano y llenas de color mi vida.

 

Te quiero con tus partes rotas y sensibles al tacto. Te quiero estando cansada, vulnerable o nostálgica. Te quiero porque me sigues cuando no quiero que ni la sombra me persiga, cuando me vuelvo un caos y tú estás ahí. Te quiero tal cual eres y al final del día te quiero.

Fotografía por Cleo Thomasson