Irte a un lugar mucho más feliz, lejos de todas esas personas que te rodean e intentan aplastarte, supervivencia y soledad buscando un lugar en el que tu paz mental no sea vea amenazada. No existen conceptos que puedan definirte ni ideas que detengan tu camino. Más que lógica se trata de un sentido de supervivencia, de un sentido de fuerza espiritual para encontrarte a ti mismo.
Abres tus ojos, miles de pequeños ojos que miran los peligros, observan cuidadosamente para protegerte. Te postras en una playa con la tristeza en los ojos y la ansiedad en la boca; un hilo color rojo es el que te une a esas personas que aparentemente solo la muerte puede cortar. El paso del tiempo y su marcha incesante hace sus estragos y te aleja de la realidad. Caímos en las redes de algún hechizo, o más bien de “El hechizo”, ese hechizo ancestral que algunos llaman amor, otros coqueteo.
Un don nadie que se convierte en el héroe de la ciudad, te aseguro que si estuviera en México no duraría ni 10 minutos en el barrio bravo. Cuando menos te das cuenta nos tomamos de la mano y miramos hacia el cielo, el objeto de deseo te ayuda a que las palabras salgan y a sanar tus heridas. El camino de la muerte ha estado muy presente en nuestras vidas, nos lleva a descubrir quienes somos, navegamos por las aguas turbias de nuestros pensamientos, el sobre salto nos acoge en la luz de la luna.
El sol acaricia nuestros cuerpos por la luz de la mañana y el resquemor de la culpa, se cierra un capítulo más de pensamientos aleatorios sin conexión aparente hasta que se vuelva a abrir el grifo de la inspiración. El hechizo se ha vencido, la mosca vuela victoriosa para disfrutar de sus últimas horas de vida, se encuentra indefensa sin tener hacia donde mirar o por quién ser salvada. Las palabras fluyen de una forma mágica, sin parar, sin freno y sin filtro, ya no les tengo miedo; esta es una nueva voz, la voz de los marginados, de los que no se dejan llevar por el resto, de nosotros, nuestra voz.
No cuestiones las cosas que pasan sólo disfruta el momento, esa sonrisa infinita y esos puntos que no puedo dejar de mirar, y es que al final siempre terminamos hablando de una lucha de clases, de lo que nos hace sentir superiores a los demás, una muestra de nuestra capacidad intelectual. Caí en la tela de la araña de la película que he viso miles de veces, una realidad que ambos desconocemos, que no queremos definir ni desenmarañar. El anhelo de encontrarte me lleva a hacer estupideces; tejes tus redes para acercar a las personas que quieres pero sin saber porque.
Tus movimientos son lentos y descuidados como de alguien a quien no le importa su destino, ideas sueltas y vacías sin una dirección propia, me percaté de que no le has hecho honor a tu nombre. Las ideas en tu corazón son como flores que nacen en primavera y te miran a los ojos, la lógica te dice que tienes que escapar del peligro, que tienes que buscar lo que te haga feliz; la naturaleza te rodea y te hace sentir especial, te hace sentir que alguien te ama.
Fotografía por asketoner
Parecemos nubes que se las lleva el viento, cuando hay huracanes, cuando hay mal de amores…