Todo empieza en un circo, ese no lugar más propio del paria que sale a la ruta para estar, precisamente, en ningún lugar. Fox está presentando un espectáculo. Poco después pierde su empleo y compra un boleto de lotería, el billete ganador.
A partir de ese momento, la deriva de Fox será la de navegar un mundo nuevo y desconocido: el de la burguesía. De una forma u otra, Fox intenta comprar un lugar en ese ambiente de la mano de su amante/pareja/socio. Así, el protagonista, encarnado por el propio Fassbinder, nunca parece perder la forma de outsider. Porque, no, el dinero no compra la felicidad tampoco poder ni mucho menos estatus.
Fassbinder, lejos de los retratos femeninos en su trilogía más famosa, despliega un imaginario menos conocido: el de la esfera homosexual en la Alemania de los 70. La desesperación de Fox por encajar en ambos grupos lo llevarán a perder su fortuna, en un camino lleno de lujos y etiquetas sociales que, por momentos, no comprende.
Fox quiere pertenecer y amar. Fassbinder quiere hacernos pensar en el dinero en su forma más cruda, en su insignificancia.
Bonus: ¿pueden utilizarse con mayor destreza los espejos? Probablemente no.
https://www.youtube.com/watch?v=wntVN-UHtik
Película: La ley del más fuerte (Faustrecht der Freiheit)
Director: Rainer Werner Fassbinder
Año: 1975
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