Frío y crudo. La forma en que nos deshace lo que nos tomó tanto tiempo armar…tener miedo de llorar porque se confunde por todo, menos por lo que es.
La mirada perdida de un familiar que después de cometer tantos errores y estar en la recta final nos da un poco de compasión tardía.
Pasar por las mismas calles en donde crecimos pero ahora verlas inundadas de historias que preferimos dejar de ver.
Es fácil cerrar los ojos y creer que nada ha pasado, cuando en realidad pasa todo.
Me encuentro en cada movimiento que doy y cada lugar a donde dirijo mi mirada.
Esas son cosas que se aprecian y es lo único que nos queda.
Hagamos del mundo un lugar lleno de instantes que valgan la pena y que cuando nos pregunten
-¿entonces, que podrías haber hecho diferente?-
No tengamos respuesta alguna para ello, porque somos correctos, porque no lastimamos, no manipulamos, no dependemos, no limitamos…y lo mejor, porque amamos.
///Para una espiral siempre es difícil pertenecer a alguna parte, caber en espacios, estar en vacíos. Olvidados y olvidar, para ser recordados.
Fotografía por Michael Dietrich
Me gustan los paseos, las flores y las mandarinas