Cuéntanos sobre tu libro. ¿Cuál es la premisa central y de qué se trata?
Es artificioso posicionarse en torno a un libro propio y a la propia escritura, sin duda porque, en quien escribe, el horizonte del deseo está por lo regular más lejos que su horizonte de realización. El deseo que aspira a una forma no se actualiza del todo en la escritura tangible; como tampoco se actualiza como esperado en el gesto hospitalario de la lectura. Lo que unx pueda decir sobre su propia escritura está modulado por lo anterior y por supuesto, no deja de ser mera intención, mero deseo. Dicho esto, quizá el título evidencia uno de sus intereses: Komodo como un espacio insular de lenguaje, lejano, exótico en el sentido de buscar un afuera – como refiere Montalbetti en El pensamiento del poema. O los límites de un afuera renderizado en la palabra poética, escrita sobre plataformas y procesos de lenguajes digitales, tecnificantes. Pensándose en esos límites este libro, Komodo, busca ser también en tanto dragón, en tanto reptil que puede morder desde su insularidad ponzoñosa: aunque no mata, puede carburar como sierra. O bien ser una sierra de música extraña, en la que hay cinco fotos digitales, y cada poema opera como un estrato de algunas de esas fotografías digitales. Tales estratos no aspiran a generar por acumulación una imagen representativa de nuestras realidades; por el contrario, los poemas intentan enturbiar y distorsionar la representación para exhibir su gesto, intentando no renunciar en ello a transmitir cierta energía, la que produce estar inmerso en un estado de cosas –las atroces, las dichosas que cruzan Latinoamérica– y recrearlo en un estado alterado de enunciación. Que todo esto resulte así queda a mejor juicio de lxs lectorxs.

La inspiración detrás de un libro puede ser variada. ¿Qué te motivó a escribir este libro en particular?
Seguramente el deseo esbozado, siempre incompleto, en la respuesta anterior: presenciar un estado específico de lenguaje, presentarlo: darle condición de presente cercano a lo aleatorio y en cierto sentido indisponible – pienso aquí desde Dissensus, de Jacques Rancière. Esa indisponibilidad es su sentido más claro, pues ahí se juega en todo caso su sentido político. Indisponerse ante las narrativas de lo real, que emergen de las interacciones cotidianas y asimétricas entre 7500 millones de humanos, en las cuales imperan las lógicas capitalistas que son capaces de apropiarse de cualquier discurso –a su favor o en su contra–, de hacerlo trabajar para ellas y prolongar sus modelos de injusticia y desertificación –natural y simbólica. Hacerse en la escritura poética reluctante a formas representativas, operar como un meteorito hecho de tierras raras y metal pesado, ajeno a los lugares desde los que se enuncia políticamente seguro. La inspiración –en el sentido respiratorio–, la aspiración de este libro fue poner en suspenso las condiciones de enunciar propias de nuestro tiempo –también en sus formas poéticas–, para permitir que cosas y seres hicieran conexión bajo otra lógica. Al mismo tiempo trataba de exponer una escritura a contrapelo de los recursos que suele usar la poesía para generar emoción. Pienso por ello en el poema como un erizo o un pez globo caído en servicio, encontrado en una playa después de una tormenta. Como ese meteorito que yerra por órbitas exteriores de un planeta, dispuesto a ser encontrado por quien tiene el gesto de pulsar en el mismo radio.

¿Puedes hablarnos sobre el proceso de escritura? ¿Cuánto tiempo te llevó completar el libro y cuál fue tu enfoque creativo?
El libro se escribió, en un péndulo que fue de Guadalajara a Leipzig (Alemania) y de reversa, entre 2015 y 2018. Entre bosques entre sí biodiversos y en medio de la misma catástrofe medioambiental. Mas los lugares concretos de su escritura son, en todo caso, los estadios anímicos y de disposición a la escritura mencionados en la respuesta anterior. Estos configuran un archipiélago emotivo-temporal que también podría llamarse Komodo, como la isla indonesia, como su lagarto.

Los personajes suelen ser fundamentales en una historia. ¿Puedes destacar uno de tus personajes favoritos y compartir cómo lo desarrollaste?
Uno de los intereses de mi trabajo es intentar despersonalizar la enunciación; pero muchos seres y objetos emergen en la enunciación de estos poemas y se hacen sus protagonistas: personajes de vida fugaz, casi aleatoria, no necesariamente humanos. Me gusta pensar en los poemas como centros magnéticos para a/traer seres y nombres que no suelen formar parte endémica de la poesía. Pienso en trilobites, flamingos, procesos científicos, bacterias de la flora intestinal, murciélagos y cactos en desiertos radioactivos.

La ambientación y el entorno son elementos importantes en la narrativa. ¿Dónde y cuándo se desarrolla tu historia? ¿Por qué elegiste ese escenario?
El escenario es la minúscula sección transversal de lo que es y que percibo, su tiempo es su tiempo.

Muchos autores tienen rituales o hábitos de escritura. ¿Tienes una rutina específica o algún ritual que te ayude en el proceso de escritura?
Ninguno que no sea el buscar insumos, conexiones y afectos que, en coincidencia y consonacia –o mero contrapunteo–, me permitan intuir un estado de lenguaje e intentar metabolizarlo, con mayor o menor eficiencia, en el habla del poema. Cuando hablo de afectos me refiero a ellos en un sentido muy amplio, spinozista, que piensa en ellos como encuentros con otros seres y el aumento o decaída de lo vivo que se produce en ellos. Buscar un punto para el decir poético, un nodo en la amplísima maraña de afectos que determina lo social y que conduce al mundo en una dirección, que muchos presenciamos en pasmo y de la que algunos todavía se atreven a pensar que es la mejor posible. 

La literatura a menudo busca transmitir mensajes o reflexiones sobre la vida. ¿Qué temas o ideas esperas que los lectores encuentren en tu libro?
Me gustaría que, en la lectura, quien se acerque encuentre en él un espacio de alteración celebratoria de su realidad y sus lenguajes cotidianos a partir del lenguaje poético. No suelo pensar en estos términos pero quizá, en una época en la que el semiocapitalismo se apropia más que nunca de todo mensaje y posicionamiento, es posible sostenerse –como salmón– a contracorriente de todo mensaje o reflexión en el poema; es posible poner la aspiración por alguna certeza en estado de sitio, samplearla en un estado de gracia mutante, de condición extraña de materia y de memoria de lengua. 

Los libros pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas. ¿Has recibido alguna respuesta memorable de un lector que haya sido especialmente significativa para ti?
Creo que sí, y creo que eso mismo justifica el ejercicio de escribir desde donde intento hacerlo. Poner por escrito cualquier clase de gesto generoso de esta naturaleza, exponerlo a lo público implicaría despojarlo de su condición de memorable.

La promoción de un libro es un aspecto importante. ¿Cuál ha sido tu enfoque para llegar a los lectores y promocionar tu obra?
Creo que la circulación de poesía en sus formas impresa o digital, sigue patrones y temporalidades distintos a los de la narrativa pensada y escrita para la mesa de novedades. El libro de poesía llega a quien lo lee sin máquinas enormes de publicidad, circula de mano en mano –o en sus equivalentes digitales–, en ferias, lecturas, encuentros de poesía; por eso es que más bien lxs lectorxs llegan a él, por caminos aleatorios y en cierto sentido milagrosos, en buena medida abiertos por lxs editores de poesía, a quienes mucho se debe para que esto sea posible.

Para los escritores novatos que sueñan con publicar su primer libro, ¿qué consejo les darías a partir de tu propia experiencia como autor?
No sé si soy quien para dar un consejo, pero quizá una frase que está en el Zettels Traum de Arno Schmidt y que dice “Wer Dichtung will, muß auch die Schreibmaschine wollen“, que es tanto así como “quien quiera poesía también debe querer la máquina de escribir”, que exploren las nuevas máquinas de escribir que están disponibles en nuestros días y formas que la poesía adquiere a través de ellas. 

¿En dónde se puede conseguir tu libro? ¿En qué librerías o sitios web está disponible?
Se puede conseguir en los canales que ofrece Herring Publishers para ello. También a través de mi blog – bencomodaniel.wordpress.com 

Recomiéndanos un libro que hayas leído últimamente.
Acúfenos, de María Rosa Maldonado.