Duermo en el piso de una casa desconocida, otras veces en habitaciones oscuras y sobre las estrellas cuando me recuesto en ti.
Juventud efímera que cae gota tras gota al pasar de los días
Risas, llanto, amor, dolor, más llanto y más amor.
Nosotros alcoholizados, drogados, enamorados.
La vida que algunas veces lleva prisa y otras perece no tener fin.
Bailes que desearías fueran eternos.
Tú y yo desnudos y libres, sin vergüenza, sin prejuicios.
Te regalo todo de mí en un beso y no te vuelvo a encontrar pero, de eso se trata ¿no?
La tierra se mueve y todo cambia cada segundo.
Somos pura dinamita que explota al más mínimo roce de un cuerpo, una canción, una mirada.
No tenemos tiempo para sentir poco, para callar, para escondernos.
Vivimos el hoy y no nos preocupamos por el mañana.
He pensado en quemar mi cama pero no tendría dónde dormir.
Que cansancio ser. La vida y yo no nos llevamos bien.