Jugamos a querernos y todo iba perfecto hasta que utilizaste mi carta favorita. Caí como todos caían cuando yo la usaba a mi favor. Caí en la trampa que yo misma te puse, eso fue lo que más dolió. Debo admitir que no sabía lo bueno que eras en este juego.
¡Lo acepto! Caí en tu mirada, caí en tus palabras, caí en tus besos y caí en tu juego. Espero que lo estés disfrutando. Espero que no vuelvas arrepentido porque si lo haces, arrepentido estarás de haber vuelto.
Hago lo que me gusta porque algún día todos nos vamos a morir.