Hoy me despertó tu desesperación a distancia. Observé el relieve de tus manos e imaginé cómo se verán cuando envejezcas. La piel se enmaraña sobre las noches que palidecen y tu solo me pides que me quede.
Al anochecer no te contaré una historia porque te escribí un cuento con tres personajes, en él vestías un disfraz amable lleno de lástima y reproches, después de que lo leas voy a partir con la memoria parchada.
Vine por ti y es por la misma razón que me voy. Por si no te encuentras al llegar a casa, te guardé en el buró; recuerda que tendrás que recalentar los abrazos que quedaron a medias, están fríos pero aún pueden calidecer; en el mueble de siempre te dejé tu dosis diaria de recuerdos; cuando te vayas, no olvides llevarte contigo; en tu bolsillo derecho del abrigo hay tres caricias; en caso de que te dé nostalgia en el camino…
Fotografía por Thomas Listl
Soy un alma apasionada por las historias en todo tipo de formato. Encuentro mi inspiración en cosas pequeñas.