Hoy, después de mucho tiempo le hablé a alguien sobre ti.
No me importó el que dirán, sólo quería sacarlo de mi interior, quería vaciarme de ti.
Aunque me costó mucho trabajo, pude hacerlo.
Debo confesar que no me alcanzaron las 27 letras del alfabeto, ni todas las palabras que existen en el mundo para describir una pequeña parte de toda la historia. Quería que al contarla todo fuera igual, cada suspiro, cada risa, todas aquellas miradas, cada gesto, cada aroma, cada sonido, en fin, trate de explicar todos los sentimientos y sensaciones que me provocabas. Quería que todo fuera como cuando estabas tú.
Quería que todo fuera igual para que así, ese “alguien” a quien se lo conté, entendiera por que te amaba tanto.
No me gusta peinarme. A veces sonrío. Sobreviviente del corazón roto.