havoc.
We’re tired of these punks wreaking havoc in our streets.
Estoy colgando de los colmillos en la orilla de una ventana tercermundista.
Me sostengo de lo que resta de mis uñas como un acto de resistencia.
Hay manchas de mi vómito verbal secándose a la luz de la Luna.
Mi cerebro se siente poroso y repetitivo: riot riot riot.
Estoy flotando como en un rave ruso, muy ahogada de tanto gaslighting.
Mis rodillas tienen moretones de tinta verde y morada.
Cicatrices que cuentan historias de confusión y trauma mal masticado.
La versión pop de anarquía es sentarme en A*NGR & envenenarme con un cold brew animal.
Dejar que me muerda la yugular el hocico de la opulencia & me sangre la injusticia.
Porque las frases ya me están quedando cortas y la memoria muy adolorida.
Se levanta de la carne, el privilegio como una punzada que estorba.
Una inquietud que arde como arsénico en las neuronas.
Es una luz directa que disuelve mis pupilas en una tina llena de sarro.
Hablar de límites desde la zanja es como escupir los órganos uno a uno.
Es arrancarte las costras del pecho, tragar vidrio y dejarlo en tu garganta.
Mi acto final de anarquismo será desollarme & colgar esa bandera con mi piel en la puerta del capitalismo.