De pronto tan roto
y desfragmentado,
tan frío y con poco encanto,
tan tundra y tan taiga.
Sin ocio más que el vicio
alargo el tiempo haciéndolo un eterno,
un eterno devenir que va por aquí y por ahí,
rayo de luz brasa de fuego
Esterilizame
conviérteme estéril,
infecundo de gracia y de prosperos
peros peros peros .
Hazme llorar,
no olvides hacerme llorar,
esporádicamente,
y ojalá
espontáneamente también.
Reivindico el miedo
lo vuelvo insignia de sufrimiento,
deseo de voluntad pura
que se evapora en su triste
mismidad
Bifurco el mensaje
no hay nada que decir,
nada que una mano mortal pueda
realmente decir
Olvidemoslo pronto,
sin tanta culpa ni ceremonia,
como niños ingenuos
de alma perversa,
como dementes,
como nosotros.
Suelto tu mano,
L’Otro ha vuelto a mi mente,
Te deseo tu deseo,
y que las estrellas me lleven a ti,
hasta pronto no me voy
Fotografía por Denis Ryabov
NADA QUE DECIR…