Gardenias

Tú siempre presumías conocerme más y mejor que nadie, decías que él sólo me regalaba rosas mientras tú me dabas gardenias porque sabías que las gardenias eran mis flores favoritas, que las amaba  porque ese era el aroma preferido de mi mamá, sabías que me hacían extrañarla un poquito menos cuando las olía.
Pero él sólo me daba rosas…

Siempre que venías a verme me traías un ramo pequeño que a la semana se marchitaba.

Ya van tres años que tus gardenias ya no llegan a mi puerta y las extraño, no por ti sino por ellas.
Me pregunto a dónde llegan todas las que no estoy recibiendo y si las quieren tanto como yo lo haría.

Hoy desperté y él, quien sólo me daba rosas, había plantado gardenias en nuestro jardín.
Estas no se van a marchitar a la semana.
Estas son para siempre.

Fotografía: mosthvost