Fuimos todo, fuimos nada

En más de dos años no pedí nada más que el tiempo que podíamos pasar juntos.
Aún recuerdo la primera vez que hablé contigo, estábamos en la fiesta de fin de año del trabajo y me sacaste a bailar. Mis pasos no eran los mejores porque siempre he sido pésima para bailar pero aún recuerdo cada palabra que decías esa noche. “Flaquita, estas muy bonita”, Comenzamos a platicar de nuestros tatuajes y cuando te conté del tatuaje en mi pierna dijiste que algún día lo verías y me viste con esa mirada pervertida que aún logra ponerme nerviosa.
Tuvo que pasar un mes para que tú y yo nos quitáramos las ganas. Recuerdo que llegué a tu depa y cogimos. Cogimos, cogimos, dormimos y me dijiste que me despertarías más tarde para seguir cogiendo y fue lo que hicimos. Fue la primera vez que me quedé a dormir en tu depa, la primera vez que lo hicimos, platicamos un poco y creí que no volvería a pasar, que era algo de una vez. De esas cosas qué haces solo para quitarte la espinita de querer estar con alguien y después de qué pasa se pierde el encanto, pero no fue así. La atracción sexual que sentíamos ahí seguía y cada vez tenía más ganas de ti, y al parecer tú de mi. Lo hicimos en tu depa, en el trabajo, en la oficina…
Al principio, platicábamos de tonterías y conforme se iba dando la plática iba subiendo la intensidad hasta que quedábamos para coger. Con el tiempo solo bastaba mandar un mensaje de “¿cogemos?” y que el otro respondiera “jalo” para poder hacerlo.
Teníamos reglas, que aunque no estaban dichas sabíamos que existían y la principal era “No confundir el coger con amor, o sea no mezclar sentimientos”

“El que se enamora pierde” era la frase que tenía grabada en mi cabeza porque sabía que solo era algo casual, sexo casual sin ningún tipo de compromiso.
No se en que momento rompí la regla, no se en que momento comencé a tener sentimientos por ti, a querer algo más de ti que solo una cogida. Cuando me dijiste que pensabas regresar con tu ex, sentí como mi corazón latía más lento. Dijiste que querías hacer las cosas bien y echarle ganas, así que me hice a un lado y te dije que hicieras las cosas bien con ella. Después de dos meses, regresaste. Me buscabas de las formas más tontas, pero esa torpeza tuya lograba darme ternura y yo te seguía la plática. Podíamos comenzar platicando del trabajo, de cómo nos sentíamos en la vida y terminábamos siempre hablando de sexo. Me decías que extrañabas nuestras escapadas, yo también lo hacía pero terminaba las frases diciéndote “recuerda que tienes novia”. Me contabas que con ella no estaba tan cool el sexo, me daban ganas de decirte que la dejaras y nunca lo hice. Quería estar contigo y así fue como un día me escribiste y terminamos cogiendo, otra vez…y no me importo que siguieras con ella. Y lo seguimos haciendo y deje de sentirme mal. ¿Me volví una mala persona? Me gustas, y mucho. Ya no quiero conformarme con besos a escondidas, con una cogida rápida que no permite quedarnos dormidos abrazados, quiero más de ti. Quiero poder tomar tu mano en público, quiero ir al cine contigo, quiero caminar a tu lado en un parque o una plaza, quiero besarte frente a todos, quiero compromiso, quiero risas, quiero hacer el amor, quiero que me conozcas, quiero conocerte. Quiero ser la excepción, quiero que solo tengas ojos para mi y que sientas que conmigo tienes todo, que no quieras buscar a otra mujer para que te haga sentir pleno, que te sientas pleno conmigo. Quiero flores, quiero momentos cursis, momentos ridiculos. Quiero que conozcas a mis amigos y te lleves bien con ellos, conocer a los tuyos y que te digan que nunca te habían visto tan feliz. Quiero que mis papás me pidan que te invite a reuniones o viajes con ellos. Quiero sacar la mejor versión de ti y que tú logres sacar mi mejor versión. Tener planes juntos, conocer lugares que después nos traigan muchos momentos de amor y risas. Quiero sentirme muy mal y que seas el único con las palabras correctas para hacerme sentir mejor y quiero tener las palabras correctas siempre para ti. Quiero amarte y que me ames…
Pero van dos años, dos años y solo soy una más.

Fotografia por ecka’s echo