¿Cómo estás? No sabía si escribirte, después de todo, hace mucho que no hablamos, 26… no, casi 27 años ya. ¿Qué tal te trata la vida, o mejor dicho la muerte?, ¿existe el cielo?, ¿cómo es ahí donde tú estás?
No sé si has visto lo que ocurre últimamente, pero por si no, te cuento: el mundo se está yendo al carajo viejo, creo que en mi vida no había visto tantas cosas ocurrir en un periodo tan corto de tiempo; hay mucho ruido ahí afuera, afortunadamente con lo de la pandemia no salgo mucho y ya me aburren bastante las redes, así que no veo tantas chingaderas, bueno, tantas cosas… Disculpa la forma de expresarme, la verdad es que con la China esto ya no representa mucho problema, no porque no la respete, sino porque son años de conocernos, mismos que entre tú y yo no pudieron suceder, no sé si éstas expresiones te molesten o incomoden.
En fin, ayer mamá preguntó cómo serías a estas alturas, si tendrías o no canas, cuántas arrugas… a veces me pregunto lo mismo, pero como siempre, no hay respuesta. Para ti se congeló el tiempo, te volviste eterno mientras yo en unos cuantos meses estaré cumpliendo 30 años.
Te debo y me debes muchos abrazos viejo, algún consejo de esos que te cambian la vida y una sonrisa de complicidad.
Feliz cumpleaños, papá.
Fotografía por Richard P J Lambert
Viendo pasar los días y a la vida quedar en pausa