Llevaba todo ese tiempo escondido, vivía entre las piedras, en dónde no lo podía ver, pero el enemigo viajaba con él y mientras más se escondía, más cerca estaba y más cerca está y cuando él duerme, él oscuro se sienta en la orilla de la cama, lo mira y nunca se va a ir, nunca se irá…

Fotografía por Brook Mckeon