Un millón de estrellas palpitando en el firmamento,
un centenar encuentros cósmicos de galaxias sin consentimiento,
un puñado de planetas aferrados a sus lunas para hacerse compañía,
falto solo un momento de silencio para saber que tú existías

Un loco jugando a los dados en compañía de oscuros pensamientos,
una corazonada disfrazada de matices y fragmentos,
mezcla de sabores para un paladar sediento,
dentro de un mar de sentimientos,
una cascada en sentido inverso,
una sábana blanca con mal escrito en verso,
un lanzamiento con los ojos cerrados,
un dardo sin filo con el sueño frustrado,
coordenadas casuales con labios escarlata,
un encuentro imposible con sabor a dulce de nata.

Un accidente sospechoso,
posibilidad,
eventualidad,
un dejavu con sinceridad,
un saldo pendiente en una vida pasada,
una misma mirada bajo un mismo cielo en esta historia mal narrada,
pasos diferentes en un mapa asombroso,
un apetito ansioso de un beso silencioso.

Un mismo café con diferentes temperaturas,
un segundero que va nadando en un mar de amarguras,
sudor brotándome por los poros,
un teatro con poco aforo,
un perfume con aroma inodoro,
ideas sin decoro,
de un poema con escrito incoloro,
huellas que no dejan de palpitar en ese camino sonoro.

Mis mañanas son vestidas con un sueño tuyo,
tus atardeceres con un sabor a un beso mío,
mientras tu duermes yo voy despertando,
mientras tu estas soñando yo estaré planeando,
conspiraciones inventadas,
historias aceleradas,
nuestros astros van girando,
no importa donde el sol se esté ocultando,
nos encontraremos si seguimos caminando.

Si tú lloras yo te estaré besando,
si yo cierro los ojos tu estarás cantando,
un adiós no podrá decirme nada,
tus ojos son tan grandes que han trascendido mis eventualidades,
pedacitos de papel donde te dejare mi recado,
cuando tu pises mi costa yo ya te abre encontrado.

No hay onda de radio que no pueda sintonizarte,
aunque te pierdas de mi mirada,
tu voz siempre podrá guiarme,
mi rutina será enmarcada por tus caricias,
en mi piel tus besos podre tatuarme.

Todas mis ganas tienen ganas de encontrarte,
cuando tú me escuches podrás quedarte,
cuando tu llegues podre sujetarte.

Fotografía por Abel Ibáñez G.