En este texto hay cuatro mentiras. Identifica la verdad intangible y la verdad inoportuna:
Estaba leyendo a Cortázar, Sartre, esperando con Borges.
Benedetti se podría ir a tomar por culo, después de todo, ¿qué agregaba? La tregua
era lo sostenible y ni eso porque parece que lo leyó al revés o con sueño. ¿Por qué
tenía que joder a Benedetti? ¿Qué culpa tenía él de tus esperas trianguladas? Lo
siento, me disculpo por la tregua, señor Benedetti. Por favor, no haga caso, señor, a
citas de desesperadas, vaya a cenar con su insulto, insulto de puta, insulto de
pobre, insulto de envidia, insulto de puta. Puta, qué bonita palabra. Gracias a Dios
crearon esas cosas baratas.
Ahora, preciso momento, escuchando 2pac, fumando cigarrillos,
estaba doliendo la herida,
esa que se fue a trabajar por su sueño de ser millonario,
esa idea que se fue sin extraviar sus mentiras.
Mi poesía, mi poeta perdida,
la nostalgia, la mentira, mi traición.
No era odio, era resentimiento, era la mentira de la típica puta dolida, del típico
tonto confundido. ¿Se amaban? No lo sé, solo ellos lo supieron, yo le dejé siendo
libre, él me dejó siendo poeta, escuchando una mentira, disimulando la herida, no
era dolor, era poesía.
Pamela Espino. 25 años. Poeta. Escribo mis textos actualmente en México.