En el fondo siempre lo sabes

El día había comenzado normal, como cualquier otro jueves por la mañana; pan y mermelada con un café que sabía mejor que nunca, aunque estaba hecho con la misma cantidad de ingredientes que siempre…

Sabía que te vería por la noche, cuando el sol deje de brillar, pero desde las once ya te esperaba.

Mientras seguía en tu espera, por la ventana veo pasar a un par de personas, llevaban tanta prisa que sólo escuché que hablaban de un tal Michel Conroy. Michel Conroy, repetí en mi cabeza. ¿Quién será esa persona y que habrá hecho en su vida? Me imaginé a un personaje influyente, muy importante, quizá hasta tenga su nombre una calle en New York, llena de edificios con gente de traje haciendo negocios todo el tiempo.

Así de importante eres tú en mi vida, y pensaba que tu nombre también debería estar grabado en una calle, pero esa calle estaría llena de flores, de colores, con gente riendo mientras toma su café en un lugar de música alegre, ahí mismo tendríamos nuestra casa y seríamos muy felices, porque así ha sido, en el fondo siempre lo sabes.

Fotografía por Alberto Polo Iañez.