No sé cómo contarlo,
no pretendo justificar nada,
al final del día es algo que
no puede ser resumido:
Estoy seguro que ella es todo,
es cada una de las cosas
que he amado desde siempre,
desde hace mil años que estamos juntos.
Es como la noche,
oscura y llena de calma, fresca,
es justo el momento más apropiado
para perderme en su piel.
Es como la lluvia,
a través de los árboles se escurre,
y a través de su cuerpo esbelto
se humedece.
Ella es irrepetible,
es casi exacta,
su piel insista a escalar por sus temblores
y terminar repitiendo su nombre en noches eternas.
Ella nació,
justo en el agua, en la humedad,
y justo ahí es
donde empieza mi deseo.
Fotografía por Alison Scarpulla
Escribo para mí.
Para mi placer.
Para mi vicio.
Para mi propia condenación.