El cenicero familiar

Últimamente he pensado mucho en el legado, tal vez por el árbol del que mi madre esta tan orgullosa, tal vez por los retratos en mi sala, tal vez por el cenicero con el escudo familiar.

Me parece cansino el ego de mi familia mucho más que el humo que entra a mis pulmones.

Que gente tan desagradable que ni fumar a gusto dejan.

Planta un árbol, escribe un libro, ten un hijo.

El check list de la vida, la meta que importa.

Cuanta obsesión con trascender, cuantas ganas de ser recordado, cuan molestas son las fotos de las personas que no te agradan viéndote todos los días.

Que breve resulta la vida y que inmenso se siente el abismo ¿es miedo lo que sentimos? Un poco de validación antes de irnos, que alergia resulta ser un grano de arena en el desierto.

A mi manera de verlo trascender es importante casi necesario asi como lo es renunciar al ego, un guía, una opinión.

Que el legado sea la mano que pasa el fuego y no la antorcha que la condicione, planta un árbol, pero no grabes tu nombre en él, escribe un libro y hazlo público, ten un hijo y enséñalo a ser libre.

Al final la vida es muy breve, como este cigarrillo

Haz lo que quieras, ve donde quieras, habla con quien quieras.

Y procura no pensar demasiado cuando fumas.

Fotografía por Abel Ibáñez G.