Con tu sencillez bien sobresales,
sin vanagloria, no finge tu alma,
recoveco de poses naturales.
No finge tu figura, ni finge tu sonrisa;
la falacia, mi utopía;
mientras tú, tan divina, escurridiza.
Sigues siendo de colores,
Recuerdo omnipresente,
pestañas de mil flores.
¡Qué dicha del collar que rodea tu cuello!
Amaranto, siempreviva,
de tu bráctea que no marchita,
Sigues siendo de colores,
Recuerdo omnipresente,
pestañas de mil flores.
Fotografía por Thomas Listl
Sociólogo, músico y disque escritor amateur.
Participé en la exposición del Museo de Arte Moderno: “Re-creaciones entre el juego y el arte”.
Escribo para Argoonautas.