Los domingos parecen pausar mi tiempo, todo es igual y pareciera que siempre lo será. Parece una pintura, en la que todo es inherente, todo es aburrido y carece de sentido. Empiezo a preguntarme cosas que nunca me podré responder; a veces me gusta esa sensación de frustración que yo misma me suelo provocar, ¿es eso extraño? La casa en la que vivo parece un montaje, algo abandonado, un comercial que se repite. A veces los días parecen empezar bien, el sol se pone, ínsita a la productividad; pero yo estoy estancada los domingos, preguntándome si algún día será diferente, si algún día seré diferente. Suelo tener momentos en los que me siento ajena a mí, me cubro y me resguardo, pero realmente no sé de qué. Normalmente tengo demasiado en mi cabeza y rara vez puedo soltar las cosas sin pensarlas demasiado, esto después de un rato es algo molesto, algo que no termina, vienen recuerdos, palabras, me pierdo y no me puedo encontrar.
Odio arruinar mis días, pensando, pensando cosas que no me salvarán nunca. Tal vez y ya estoy totalmente perdida, a veces no me siento así. Supongo que la esperanza es solo una mera cuestión evolutiva, o tal vez una idea, una que evita que nos queramos abandonar a nosotros mismos.
Fotografía por zrdyzrdy.
La curiosidad mató al gato.