Días antes de tu partida

Los días se sienten fríos, sombríos, llenos de nostalgia, de recuerdos contigo. ¿Qué es lo que siento? No sé explicarlo. Lleno mis días con actividades para no pensar, no sentir. Pero mis lagrimas fluyen sin que me de cuenta, pues sé que a la distancia me extrañas, me necesitas. Sé también que no me llamas porque quieres que te recuerde así como la última vez que nos tomamos de la mano y nos abrazamos, pasando las tardes en el sillón con aquel frío que calaba los huesos. Hoy llevo dos días enteros en pijama intentando sobreponerme pero se queda en el intento. Gracias a ti conocí otro tipo de amor tan puro e incondicional, me haces sentir tan admirada. Me duele no poder estar a tu lado pero no soy tan fuerte ni tan valiente  como tú, perdóname. Emociones entre ira y tristeza quieren apoderarse de mí, pero no las dejo entrar, solo por momentos para no derrumbarme. Después respiro hondo y vuelvo a lo mío,  pues sé que no debo sentir miedo ni ningún otro tipo de emoción negativa. Sigo pensando en ti. Te amo tanto, mi niña hermosa.