Una tableta diaria por una semana para romper el ayuno, disuelta en un vaso con lágrimas y tantito jugo de naranja, por eso de la vitamina C. Esa fue la receta del chamán que una amiga me recomendó. Salí desconfiando de su local pero con la esperanza de poderte olvidar.
Era el primer lunes del mes. Con toda la enmienda llené de lágrimas el primer vaso, tuve que ver un par de fotos nuestras para lograrlo. Cuando me di cuenta solo quedó espacio extra para tantito jugo y la pastillita. Lo tomé y salí de casa.
Pasaron un par de horas y me sentí estafado. Comencé a reír pensando en todo lo que he hecho para poder olvidarme de ti, obvio todo ha sido un fracaso, si te contara que lloré en mi último intento de cita cuando me preguntaron sobre ti, pobre, le enviare un mensaje más tarde.
Llegué a casa y todo seguía igual, cene y fui a la cama, sinceramente hice coraje, recordé que te quedaste con la sudadera que usaba de pijama regularmente y ahora uso una que tiene una etiqueta que me raspa.
Aun lo recuerdo, eran las 2:03 y mi cuerpo se sentía helado a excepción de mi corazón, en el estómago sentía una marea que me hizo correr de inmediato al baño y tarde fue cuando comencé a vomitar sin parar.
Perdón por lo grafico que seré, pero quede igual que ustedes leyendo esto cuando aprecie el lavamanos lleno de alas de mariposas a la par de ese sabor tan característico del labial carmín que solías que por un buen rato inundó el gusto de mi boca.
Me volvió la sangre a la cabeza y pude dormir, por un momento pensé que era una pesadilla o que ese chamán había confundido mi tratamiento milagroso con un escabroso remedio para bajar de beso, reí y me cuestioné nuevamente que carajo hacía.
Así llegamos a hoy, martes. Decidí comenzar a escribir esto para llevar registro de lo que está pasando y si en algún momento pierdo la cordura alguien lea mis memorias y se carcajee por un rato, vamos por el segundo vaso, definitivamente me costo más llenarlo tuve que ver la foto que subiste con tu pareja almorzando en el lugar donde solíamos pasarlo, hoy fue un poco más de jugo y la tabletita.
Esta madrugada los síntomas cambiaron ahora era un dolor de cabeza inmensurable pero característico, como si una goma estuviera paseando por mi cerebro intentando borrar algo o al menos difuminarlo, fueron como dos horas y de repente una paz invadió mi espacio, con decirte que volví a soñar después de meses de no experimentarlo.
Miércoles, me siento cansado ayer no dormí tanto, pero bueno, siento que tenía un pendiente antes de salir , en ese momento recordé que había soñado con una especie de chamán que preguntaba cómo me sentía y me explico que era normal todo lo que estaba pasando. Claro, estuve a punto de olvidar lo que estaba tomando, ¿era medio vaso de jugo y medio de lágrimas verdad?.
Estaba expectante mientras entraba a la cama por la noche, le corte la etiqueta a la sudadera y ya no me picaba aunque sigo preguntándome donde dejé la que usaba normalmente, pero es lo de menos veamos que trae la madrugada de sorpresa.
Las 2:03 y los músculos de mi espalda se comenzaron a retorcer, un calambre de magnitudes estratosféricas invadía mis hombros mientras parecía que un boxeador profesional me golpeaba sin piedad en busca de alguna revancha, para cuando cesó yo me sentía Rocky ganando un campeonato y como tal caí rendido.
Jueves, hoy me siento más liviano como si hubiera dejado de lado un enorme peso que cargaba encima, ¿quién dejó aquí este medicamento?, ah si claro, creo que nos estábamos desparasitando o algo así, bueno este vasito de jugo de naranja bastará para tomarlo.
Fue un día muy tranquilo, bueno tal vez más que tranquilo, pude platicar con ella de nuevo, aunque no sé a qué se refería cuando me contó que la última vez la vi le comenté de alguien y comencé a llorar, qué incómodo momento la tuve que hacer pasar aunque sinceramente no recuerdo de quien le hable, que raro, cabe destacar que hoy se veía más linda de lo habitual y rozamos manos un buen rato creo que ahora solo tengo que dormir para asimilar que mañana vamos a salir.
2:03 me desperté con una lagrima, viajando a mi boca, era densa y salada como una bocanada de mar pero solo una, siento que quizá si me estoy volviendo loco, tampoco recuerdo en qué momento dejé esta libreta en el buró y porque estoy anotando todo esto a estas horas, ya me quiero dormir tengo que levantarme temprano para ver que me pondré.
Viernes, desayune medio vaso de jugo de naranja, más dulce de lo habitual, pero tenía que correr a desayunar con ella.
Que día, nos besamos y acordamos salir más seguido, parece que le gusto, siento que rompí una mala racha pero no sé de qué, se sigue riendo cuando recuerda nuestra primera cita, quizá me está confundiendo pero no me importa en este punto, comienzo a notar algo dentro de mí y me pone contento.
Sábado, saqué la basura y tiré unas pastillas que se veían de dudosa procedencia quién sabe quién las compro, le dije a mi mamá que seguiré tomando jugo por las mañanas, ya saben por eso de la vitamina C.
Me pidió que escribiera algo en esta libreta que cargaba en la mochila, como si de un ritual se tratara despertó 2:03 am para pedírmelo, no sé que poner solo que me siento contenta de poder dormir entre sus brazos, ah si y claro, recordarle cuando lloro por su ex frente de mí, me gusta molestarlo con eso.
Domingo, un señor me llamó, no reconocí su voz y colgué, también voy a dejar esta libreta guardada, me trae mal augurio ver que la portada tiene un corazón que dice “con cariño para ti”, me trae un vago recuerdo, pero no logro dar con el, solo es una gran mancha blanca en mi memoria.
Lunes.
Mis 25 años son la prueba de que se pueden vivir 365 días del año melancólico.