Siempre que me siento a escribir me pongo a pensar si te gustaría leerme, yo tengo la impresión de que así es, leerme es como si te contase hasta el secreto más oscuro de mi vida, como si quisieras saber que pienso cada que me vez a los ojos, pero esta vez es diferente, no eres el protagonista de mis líneas, de hecho no son para alguien en específico, o eso creo, aún no llego a esa parte importante de todo esto, quisiera dejar escrito todos los pensamientos que se alojan dentro mi cabeza en este momento, unos que quizá me están haciendo ver las cosas de diferente manera, por no decir que me están volviendo loca, pero dime tú quién no sufre de desatino.

Últimamente me he sentido plena, quizá sea la vida, los desayunos que preparas por las mañanas o tal vez esa persona en específico por la que creo que estoy escribiendo, me gusta verlo, me gusta su olor a hierba, me gusta las líneas que escribe, pero no te confundas, no lo quiero como a ti, solo no quiero que se aleje, si bien estoy en lo correcto hasta podrían parecerse un poco, ambos saben muy bien como provocar amnesia.

Lee bien entre líneas, no lo quiero, solo me gusta, no creo que llegue a quererlo, somos demasiado iguales y tú… tú eres tan obstinado que siempre es interesante ver como intentas hacerme cambiar de opinión, no sé qué signifique esto, pero le pedí que se quedara, solo así sabré a diario que tú eres lo que quiero en mi vida.

Yo le seguiré contando de ti…

Fotografía por Martin Canova