Deja de caminar a oscuras

En tus noches de tormenta ya no quiero servirte como refugio del mundo, puesto que ante la bruma cruel del día suplicas oscuridad, suplicas por mí.

Deja de hundirte en la bella sabiduría,  ya no caigas, aprende a conocer. No andes con miedo por la calle, no me uses como lámpara que yo no brillo, yo no mato pesadillas.