DECIDÍ SER SINCERA Y SE JODIÓ LA COSA.

Creo que es necesario que te dé una explicación, y no lo hago por ti, lo hago más por mí. ¿Por qué por mí? Es simple, esta clase de remordimiento no me deja estar en paz, no me gusta jugar con los sentimientos de las personas y siento que contigo lo hice un poco, y no, no todo lo que te dije fue mentira, pero no te dije algunas cosas, tal vez por miedo o yo que sé.

Claro que me gustas y no quería hacer un desmadre, desde el primer hola sabía que tú y yo seríamos una fiesta, tú forma de ser, tú forma de hablarme, tú forma de verme, la forma de tu sonrisa, la forma de tu cuerpo, tu sola existencia y todos tus momentos.

Y yo sé que lo mismo provocaba en ti, me lo decía tu sonrisa y bueno esa sonrisa. Sabía que tú me harías perder un poco la razón y la estabilidad emocional que tenía. Contigo me iba a volver loca de amor.

Yo no sé en qué momento pasamos tú y yo. Todo fue tan de repente, tan rápido, tan inesperado. No quiero que pienses que jugaba contigo, no fue falso pero tampoco del todo verdadero.

Antes de que ti ya había alguien más, yo ya compartía mis risas, mis miedos, mis defectos, ese alguien ya conocía mis días buenos y los malos los hacía mejores. Antes de ti yo ya estaba loca de amor por alguien, llegaste y ya era tarde, el lugar que tú querías ocupar ya estaba ocupado y no lo digo como si no me importarás, lo digo con toda la culpa que se puede tener cuando se engaña a alguien y en este caso fuiste tú.

Perdón si no lo dije desde el principio, perdón si deje que tus sentimientos crecieran y que los míos se confundiera, yo sé que si te hubiera dicho tal vez no hubieras “malgastado” tu tiempo conmigo, tal vez no hubiéramos reído juntos, ni compartido canciones, tal vez ni siquiera me hubieras dicho otra vez HOLA, tal vez nuestros sentimientos no hubieran ni siquiera existido.

No te lo mereces, ni tú ni nadie, ese corazón tuyo es oro, conocí la mejor versión de ti y tú conociste una versión que a mí no me gustó, no quise engañarte y no quisiera perderte, pero no puedo ofrecerte lo que tú me estabas dando, te di solo pedacitos de mí.

Te dejo ir y si después nos encontramos y ese lugar que buscabas en mi está vacío y el lugar que querías que yo ocupara en ti sigue libre,  lo tomaré como una señal, esa señal que nos dirá que de una u otra forma teníamos que volver a pasar.

Decidí ser sincera contigo sabiendo que a partir de hoy nos jodimos los dos.

 

Perdón por no escogerte esta vez.