Nada nos salva de lo inevitable.
Qué bonita es la ilusión del control, porque eso es: una ilusión. Nunca hemos tenido control sobre nada y nunca vamos a tenerlo, y es mejor que te lo diga de una vez por todas, y es que mucho de lo que vivimos es una ilusión, nos hace sentir mejor, nos hace tener menos miedo, pero es una ilusión , apúntalo bien.
Yo sentía que el mundo se acababa en 1968 pero no es nada comparado con lo que veo ahora, hoy sí es el fin del mundo y cada día que pasa se siente también como el fin del mundo y nos estamos acabando diario, diario todo se acaba y vuelve a empezar también.
Pero aunque es el fin del mundo no le veo mucho final, le veo mucho de todo menos de final, es como un eterno resplandor de una mente sin Charlie Kaufman. ¿Te lo imaginas? No tiene sentido. Nada tiene sentido en realidad. ¿Ves cómo si es todo una ilusión? La ilusión de que algo pueda tener sentido cuando en realidad nada lo tiene y al mismo tiempo todo tiene sentido. ¿Ves cómo si es todo una ilusión?
Por eso quiero que sepas que todo es eterno, la eternidad podría ser también una ilusión, pero no pasa nada porque todo es eterno, la consciencia universal está en todos lados y como si fuera un dron nos espió por la ventana, y supo todo sobre nosotros, y eso también parece solo una ilusión y tal vez lo sea o tal vez no.
Al final, nada nos salva de lo inevitable, por eso dicen cuando pasan rábanos, cómpralos.
Fotografía por DIADA
Un día desperté siendo algo que no podía volver a dormirse.