Enterrada.
Bajo las sábanas.
Evito dormir.
Me hago ovillo y caigo en un bucle de 4 papeles arrugados.
Enterrada.
Bajo las sábanas,
evito dormir.
Caigo en círculos y el aire que me acompaña de frente, deshace la letra.
La duda viene por detrás.
Persiguiéndome.
Deshaciéndome.
Enterrada,
bajo las sábanas.
Evito dormir.
Tropiezo con las mismas cajas al seguir las manecillas del reloj y por la lateral dejo el aire correr.
Enterrada,
bajo las sábanas,
evito dormir.
Escucho un canto venir desde el rincón.
Recorro mi memoria física como un signo de defensa.
Cosecho.
Defiendo.
Enterrada,
bajo las sábanas.
Evito dormir por andarme cociendo la cama a los zapatos, los zapatos a tus pasos y tus pasos al eco.
Enterrada.
Con las sábanas haciendo nido en mis pies, llego siempre a donde una gaita, una repetición y un trazo marcado en mi pecho.
Un canto que recorre la montaña siempre de noche.
Fotografía por Abel Ibáñez G.