Dibujó en mis pupilas centradas en la luna llena de Florencia,
me enferma en mis matices cálidos cuál vil clemente matando a la mente no puedo desahuciar los labios de mi Julieta.

Color violeta, envenenados por el arsénico recorro sus senderos cual viñedo seco en medio de la primavera, entre tanto sopor blanco.

Se disipa el jazmín y las gotas de lluvia color carmín al llegar a las muñecas de mi Julieta me perdí en sus violáceas lianas y venas reventadas Julieta ha muerto se ha matado por su Romeo.

Fotografía por Michael Dietrich