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Casi todo está destruido

Cuéntanos un poco sobre ti y cómo te iniciaste en la fotografía. ¿Qué te inspiró a comenzar a hacer fotos?
Cuando tenía doce años mis papás me regalaron una cámara, era point and shoot, 35 mm, la usé para “documentar” mi viaje escolar a Reino Aventura. Me gustaba mucho la idea de tener muchas fotos impresas aunque en algunas ni siquiera hubiera imágenes, salía todo negro. Acumular era algo que me gustaba y así estuve un rato, tomando fotos de mis amigos, mascotas e imprimiendo todo. Después, siento que pasaron muchas cosas al mismo tiempo. Cuando entré a la universidad teníamos clases de foto pero tampoco les daba mucha importancia, me daban flojera las tareas y las hacía un día antes y solo era “gastar rollo”. Tenía un webcam también con la que hice mis primeros autorretratos y cada tres meses acompañaba a una banda en sus giras y me dejaban tomar fotos. Fue ahí donde me publicaron por primera vez en revistas y luego una editorial italiana me compró una foto para portada de un libro y me emocioné tanto que pensé que ese era mi camino en la vida. Me metí a muchos talleres de foto, empecé a conocer fotógrafos, a conseguir trabajos como fotógrafa y bueno, aquí sigo.

Cada quien tiene un estilo único. ¿Puedes describir cómo definirías tu estilo y qué elementos visuales o conceptuales lo caracterizan?
Es impulsivo, visceral. Casi todo está destruido, pareciera un poco sucio y descuidado. Pienso en mis imágenes como en los sueños que tengo o en lo que recuerdo, que no es muy claro ni tan nítido. No me interesa la cantidad de pixeles en una cámara, entre menos tenga mejor para mí, ni siquiera tengo la vista al cien para apreciar tanto detalle. Los efectos son muy manuales y me gusta mucho trabajar cuadro por cuadro.

La fotografía tiene el poder de contar historias y transmitir emociones. ¿Puedes compartir una experiencia en la que una de tus fotografías haya tenido un impacto significativo en las personas o en ti mismx?
Mi trabajo es muy personal, cuando estoy creando no pienso en el impacto que va a tener o si se va a hacer viral o si a la gente le va a gustar, por eso cuando alguien que admiro me escribe para decir que le gusta mi trabajo, que lo movió de alguna forma o quiere alguna colaboración yo soy la más feliz.

¿Cuál ha sido tu proyecto fotográfico más desafiante hasta la fecha y por qué?
Estoy aprendiendo a hacer video y con eso ya estoy poniendo a prueba mi energía y paciencia.

La tecnología y las herramientas de edición de fotos están en constante evolución. ¿Puedes hablarnos sobre las técnicas y equipos que consideras esenciales para tu trabajo?
Tengo una cámara digital para los trabajos comerciales y que se tienen que ver “pro”, pero la verdad me da mucha flojera cargarla y ya es muy pesada para mí. Uso mucho mi celular, iPad y cámaras desechables. Tengo una Mac vieja que destruye mis archivos cuando los quiero ver. Me gusta usar la impresora cuando no tiene mucha tinta y la conexión a internet está baja. Mi escáner es esencial porque hago muchas cosas cuadro por cuadro. Uso hojas de papel un poco maltratadas, acetatos, cartulinas, post its y vidrios rotos. También uso Photoshop y Lightroom para corrección de color y iMovie para hacer loops. Trato de buscar métodos nuevos para no tener que pasar tanto tiempo frente a la computadora.

Hay muchos géneros en la fotografía, desde retratos hasta fotografía de naturaleza. ¿Tienes un género favorito en el que te sientas más cómodx o que disfrutes más fotografiar? ¿Por qué?
Me gusta mucho retratar a las personas, es cuando más cómoda me siento. No estoy pensando en nada más en ese momento. Tienen toda mi atención.

¿Puedes compartir una anécdota interesante o inusual que hayas experimentado mientras hacías fotografías?
Siempre he pensado en esa tonta y equivocada idea de que la fotografía capta un momento para siempre. Las fotos son frágiles, impresas están destinadas a desaparecer, las digitales se pueden dañar también o perderse. Amo destruir mis propios archivos, agradezco la desaparición de algunas de mis fotos, pero llegar a casa después de una sesión de fotos por la que te pagaron y ver que algo pasó en la tarjeta y las fotos no están ahí definitivamente no es mi idea de nostalgia absurda por lo perdido.

Muchos fotógrafos encuentran inspiración en otros artistas visuales o en la vida cotidiana. ¿Cuáles son algunas de tus fuentes de inspiración?
Hay muchos artistas que me inspiran, todo el ‘Sentimental Journey” de Araki ha sido una gran inspiración para mí, el trabajo de Sophie Calle, Jonas Mekas, Toyin Ibidapo, David Armstrong… La lista es larguísima. Tengo amigos talentosos que siempre están haciendo cosas increíbles y me motivan mucho. Me gusta tratar de estar presente, ver qué pasa a mi alrededor, tomarle fotos a mi gato bostezando por décima vez en el día o ver a un insecto que está muriendo y pensar “le voy a hacer un gif”. Creo que son esas cositas pequeñas que puedo notar cuando no estoy pensando que voy a tomar mejores fotos cuando esté en otro país o cuando me compre una cámara nueva y todas esas tonterías.

La fotografía es un medio visual, pero a menudo también tiene un trasfondo conceptual. ¿Has trabajado en proyectos fotográficos que aborden temas o conceptos específicos? ¿Puedes compartir información sobre uno de esos proyectos?
Tengo un proyecto que se llama The Unperson Project con Andrea Tejeda, se trata de una convocatoria abierta en la cual le pedimos a las personas que nos donen fotografías en donde han borrado a alguien o algún momento de sus vidas con el fin de olvidarlo. Estos intentos de olvido en forma de espacios en blanco, tachaduras, quemaduras, etc solo insisten en la presencia de aquellos que pasaron de la apoteosis al damnatio memoriae. Nosotras decidimos el lugar que estas imágenes ocupan en el archivo, las sacamos de contexto y hacemos que se adapten a nuevas formas de exposición: hacemos merch, exposiciones, proyecciones, música y lo que se nos vaya ocurriendo. Nos sorprende el impacto que ha tenido en la gente por la cantidad de fotos que hemos recibido y en las historias que nos quieren contar aunque nunca pedimos información de las fotos.

¿Qué te inspira a la hora de crear nuevas imágenes? ¿Tienes algún ritual o proceso creativo que sigas para encontrar inspiración?
Casi siempre es escuchando música. Últimamente lo que hago está inspirado en alguna canción que estuve escuchando 100 veces seguidas.

Para lxs aspirantes a fotógrafxs que puedan estar leyendo esta entrevista, ¿cuál es el consejo más valioso que has recibido en tu carrera o que te gustaría compartir con ellxs?
La gente no piensa en ti tanto como crees. Hay cierta libertad creativa cuando sabes eso y que nadie espera nada de ti. No tienes que impresionar a nadie. Puedes hacer lo que quieras.

Recomiéndanos la cuenta de Instagram de algún artista que te guste su trabajo.
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