Soy ese maleducado que tiene los dedos chuecos y la mente retorcida.
Soy ese idiota, soso, bobo, aburrido, que lleva veintitrés años preguntándose cuál es el sentido de está vida.
Soy también un miedoso, medroso, tímido, temeroso, pusilánime que vive atemorizado, opacado ante las injusticias del día a día.
Soy ese irresoluto, amilanado, gallina, cagón y segueta que huye de todos los amaneceres.
Soy mi propia pesadilla.
Tengo malos hábitos y apesto a desgracias.
Soy un patán, tosco, basto, ordinario y grosero que murió en el olvido.
En pocas palabras y por últimas, soy un completo desastre.
Personaje religioso.