Las batallas en mi mente disculpándome por sangrar de balas lejanas. Las batallas a 40 grados siendo blanco fácil del arma que apunta. Las batallas en mi mente, entre desiertos y montañas. Presa herida, sangrando inútilmente, ya sin ganas de huir.
Una geminiana-cholita-ñoña-kawaii que apenas está empezando a entender que el tiempo es un concepto, y yo, una idea.