Atolladero de los dos

Esto ha sido sin duda lo más difícil que he tenido que asimilar, esto guarda en conjunto cada ausencia, cada decepción, cada paso atrás, cada reacción (buena o mala), está aquí guardada. ¿Por qué?, pues esto ha sido el gran límite, el muro de Berlín de mi capacidad de abrirme, de la verdad de mis pérdidas y la esperanza o fe que pueda tener en alguien más.
Ahora mismo voy a llorar, en silencio. Voy a cansarme de nuevo y después cuando despierte voy a intentar hacer de cuenta que hay alguien preocupándose, que actualmente me están procurando y que no tengo que pasar por esto sola, aunque al final tenga que hacerlo.

Fotografía: Leandro Furini