Preciosas flores que por casualidad me regalaste (primera y única vez)
la mejor metáfora de lo nuestro.

Así como tu amor esas flores no se quedaron conmigo porque dijiste que el camino de Oaxaca a mi casa era muy largo y no resistirían la distancia. Para mí la distancia nunca fue problema el tema es que nunca me quisiste, el tema es que yo sí te quise solo a ti.

Fue un mágico cliché el día que nos conocimos (o una mala broma del universo)
Ese 13 de febrero decidí lanzarme al precipicio no llegamos a la segunda vuelta al sol y me estrellé gracias a tu ultima foto que refleja la devoción y el amor que nunca sentiste por mí.

Hoy lo único tengo es un vacío en el estómago y un dolor en el pecho… otro dolor de cabeza, otra vez el corazón roto.

Fotografía: Vinnie Nanthavongsa